CALENDARIO DE ADVIENTO
En la película navideña «El regalo prometido», dos padres de hijos pequeños viven circunstancias navideñas desesperadas. Ambos persiguen con ahínco el juguete popular del momento.
El primero, que es lo suficientemente rico como para comprar el premio, corre de tienda en tienda, luchando contra las multitudes, sólo para descubrir que el juguete está agotado.
El segundo no tiene suficiente dinero para comprar el juguete. Trata de robar el robot para deleitar a su hijo en la mañana de Navidad. Cada hombre, en su urgencia, descuida por completo lo más importante: su familia.
¿Dónde se ve usted en esta caótica escena navideña?
Aunque se trate de una comedia desenfadada, todos hemos experimentado la ansiedad que produce sentir que lo que queremos y necesitamos está fuera de nuestro alcance. Nos preocupamos, planificamos, hacemos el balance de la chequera una vez más, esperamos el ascenso o trabajamos un poco más para ganar un poco más de seguridad. Sea cual sea su situación, el persistente marketing navideño puede aumentar fácilmente el estrés de la temporada.
Y sin embargo, el tiempo que precede a la Navidad es un momento perfecto para examinar tus bases: dónde estás invirtiendo tu tiempo, energía y recursos y por qué. Es el momento de recalibrar, como si consultaras un dispositivo de navegación GPS para saber dónde te has desviado.
En Lucas 12, Jesús nos invita a reorientarnos centrándonos en nuestra relación con Él. Los cuervos, por su instinto dado por Dios, buscan materiales para anidar, comida y refugio. Y se alimentan. Los lirios echan raíces, beben agua y se abren al sol. Y son hermosos. Funcionan como Dios las diseñó. Su relación natural con su Creador es de dependencia, paz y crecimiento.
¿Cuánto alivio podrían haber experimentado los personajes de nuestra película si se hubieran dado cuenta de que tienen un Padre celestial que se preocupa profundamente por los pequeños detalles de la vida que realmente importan?
Reúnanse y conversen sobre las necesidades de cada miembro, reconociendo que Dios siempre provee. Luego, oren juntos, agradeciendo por lo recibido y pidiendo con confianza por sus necesidades actuales. Para cerrar este momento especial, compartan juntos una merienda sencilla, simbolizando gratitud y confianza en Dios. Este espacio fomenta la empatía, la esperanza y la certeza de que Dios cuida de sus hijos, fortaleciendo no solo su fe, sino también sus lazos familiares.
Diciembre es la mejor temporada para ayudar a las personas a conocer de la esperanza que hay en nuestro Salvador.
Como iglesia hemos preparado actividades para que puedas invitar a ese familiar, amigo o compañero de trabajo que necesita esperanza.
Todos los eventos son entrada libre a excepción de la Villa Navideña
WhatsApp us